La Ministra del Medioambiente Ana Lya Uriarte afirmó que la empresa Barrick no podrá ejecutar el proyecto Pascua-Lama hasta que cumpla con todas las exigencias ambientales pendientes, sobre todo relacionadas al monitoreo de los glaciares ubicados en la zona.
En un encuentro con la prensa extranjera la autoridad medioambiental afirmó que "El proyecto original contemplaba la remoción de glaciares para poder extraer el mineral que se encontraba situado debajo de ellos, pretensión de la empresa Barry Gold que fue desechada completamente por la autoridad ambiental porque los glaciares son motivo de preocupación y protección ambiental".
Además puntualizó que "la empresa presentó un plan de monitoreo de glaciares, el que fue objeto de observaciones y solicitudes adicionales por parte de la autoridad y eso está pendiente todavía, y no pueden intervenir el sitio del emplazamiento para iniciar obras de extracción de mineral sino hasta que ese permiso este completamente concluido".
Junto con esto, se incluyó una observación adicional al proyecto en cuanto a que ciertos procesos productivos como la ubicación de la molienda del mineral deberán hacerse en forma subterránea de manera que las emisiones de polvo no afecten a los glaciares.
En Reuters informan que "Barrick Gold Corp. es "cauta" sobre el proceso de aprobación de su proyecto de oro Pascua-Lama, y podría enfrentar retrasos en la construcción si no puede alcanzar pronto acuerdos con los gobiernos de Chile y Argentina." Según la empresa estarían empezando las obras el próximos mes de septiembre, lo cual se podría seguir retrasando por las exigencias medioambientales que se les están imponiendo.
De esta manera, se le está haciendo cada vez más dificultoso para la empresa empezar los trabajos de Pascua Lama. El miércoles, Barrick informó de una caída del 14 por ciento en sus ganancias del segundo trimestre debido a costos más altos.
El proyecto original presentado por Barrick fue modificado del lado chileno y argentino y luego aprobado por las autoridades ambientales de cada país: el 14 de junio de 2006 en Chile y el 5 de diciembre de ese año en Argentina. Si bien el proyecto obtuvo la declaración de impacto ambiental en ambas naciones, de los dos lados quedaban pendientes algunos permisos sectoriales. En Argentina, tenían ver con habilitaciones para la construcción, Hidráulica e INPRES, entre otros. En Chile, con el monitoreo de tres glaciares claves: Toro I, Toro II y Esperanza, que alimentan la cuenca hídrica del valle
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